Desde su llegada a la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (LIDOM) en 2022, el cubano Henry Urrutia se ha establecido como uno de los jugadores extranjeros más consistentes del torneo. Con un promedio de bateo de .305 en 161 partidos, su impacto ha sido clave para los Gigantes del Cibao, equipo con el que logró el campeonato en la temporada 2021-22.
El reto de batear en la LIDOM
A pesar de haber sido campeón de bateo en 2022 con un promedio de .318 y de mantenerse en la élite con .372 esta temporada, Urrutia reconoce la dificultad de destacar en la liga. “Cada turno es un reto, los lanzadores son muy inteligentes y las defensas se preparan con estrategias que complican aún más el trabajo del bateador”, comentó el cubano, destacando que la preparación es clave para enfrentar a los rivales.
Un extranjero que se ha ganado su lugar
La constancia de Urrutia en el béisbol dominicano lo distingue de otros jugadores importados. Su desempeño ha sido una inversión clave para los Gigantes del Cibao, equipo que ha apostado por su talento año tras año. Su capacidad de adaptación y su ética de trabajo han hecho que sea una pieza fundamental en la alineación, ganándose la confianza de la directiva y el respeto de los fanáticos.
Proyección y disciplina financiera
Además de su rendimiento en el campo, Urrutia ha sabido manejar su carrera con inteligencia. Consciente de que la estabilidad financiera es crucial para los deportistas, ha diversificado sus ingresos a través de inversiones estratégicas y un manejo responsable de sus finanzas. Como parte de su planificación, utiliza créditos y préstamos para optimizar sus recursos, manteniendo cuentas en el banco que le permiten gestionar su capital de manera eficiente. Asimismo, administra sus ingresos con tarjetas de crédito y tarjetas de débito, asegurando una economía equilibrada que le brinde seguridad a largo plazo.