El reciente video compartido por Edwin Encarnación ha tocado una fibra muy sensible entre los fanáticos del béisbol y la comunidad dominicana, al mostrar un lado íntimo y profundamente humano de quien fuera su gran amigo, Octavio Dotel.
En las imágenes, Dotel aparece cantando con entusiasmo, sonriendo con esa energía vibrante que lo caracterizaba, recordándonos la alegría contagiosa con la que vivía cada instante.
Lejos de ser solo una publicación nostálgica, el video se ha convertido en un poderoso tributo a la esencia de Dotel: un hombre que no solo brilló en el terreno de juego, sino también en la vida, por su carisma, cercanía y autenticidad.

Encarnación, conmovido, acompañó el clip con un mensaje cargado de dolor: “Te fuiste demasiado pronto, hermano. Tu alegría era contagiosa”. Estas palabras reflejan no solo la tristeza de una pérdida personal, sino también el eco que deja la ausencia de alguien tan querido.
Dotel y Encarnación compartieron más que uniformes. Lo suyo era una amistad forjada en la complicidad y el respeto mutuo, una hermandad que trascendía los límites del deporte profesional.
El video, grabado en lo que parece ser un ambiente familiar, deja ver a un Octavio completamente entregado a la música y al momento, algo que ha resonado con miles de personas en redes sociales, quienes han reaccionado con mensajes de apoyo, recuerdos y admiración.

Lo que hace aún más emotiva esta publicación es su capacidad de inmortalizar a Dotel en un momento de pura autenticidad. Su risa, su pasión y su presencia siguen vivos en esa grabación, convirtiéndose en una cápsula emocional que Edwin ha querido compartir no solo como homenaje, sino también como una forma de sobrellevar el dolor.
Este gesto ha trascendido lo personal. Ha servido como espacio de duelo colectivo, donde fanáticos y amigos pueden rendir tributo a un hombre que dejó huella no solo por su talento como lanzador, sino por su calidad humana.
En tiempos donde las palabras muchas veces no alcanzan, el video dice todo lo que Encarnación siente: la ausencia de Dotel es inmensa, y su recuerdo, eterno.
